Hace unos días, mientras miraba un catálogo de ropa, me encontré con una imagen que me impactó.
Esta fotografía, que abre la sección de ropa para niños, se convirtió en algo grotesco cuando vi a una niña de unos 10 años haciendo una pose que hace que su cuerpo se vea deforme y que le imprime un concepto y una actitud que no van para nada acordes con su edad.