El tabaco provoca millones de muertes en todo el mundo, y a pesar del control y las prohibiciones de publicidad masiva, las tabacaleras se las han arreglado para llegar directamente a su público objetivo.
Mientras tanto, organizaciones como la OMS denuncian que la tasa de mortalidad por causa del tabaquismo asciende a 5 millones de personas anualmente y que tan solo 26 países -con una población que representa apenas al 9 por ciento del planeta- aplican prohibiciones efectivas a todo tipo de publicidad de tabaco.
Mientras tanto, organizaciones como la OMS denuncian que la tasa de mortalidad por causa del tabaquismo asciende a 5 millones de personas anualmente y que tan solo 26 países -con una población que representa apenas al 9 por ciento del planeta- aplican prohibiciones efectivas a todo tipo de publicidad de tabaco.
El primer nicho objetivo de la publicidad tabacalera fueron los hombres. Para llegar a ellos (¡adivinen la estrategia!), mostraban el cigarrillo como el complemento perfecto para verse con más actitud y atraer a todas las mujeres en las reuniones sociales.
Poco a poco, las tabacaleras, como cualquier otra industria, se dieron cuenta de que necesitaban ampliar su mercado. Así, los hombres siguieron conquistando a las mujeres, mientras ellas se atrevían a fumar como un símbolo de libertad, feminismo e independencia.
Aún hoy, la tasa de mujeres fumadoras está muy por debajo de la de los hombres. Mientras ellos llegan a un 40%, nosotras estamos en un 9%, por eso las tabacaleras nos ven como un mercado por explorar y explotar.
En otro lado del panorama, se ha encontrado que los jóvenes y niños empiezan a consumir tabaco cada vez a más temprana edad, lo que le permite a las tabacaleras contar con clientes que tendrán un largo consumo durante su vida.
En este sentido, "Hay que recordar que el tabaco mata aproximadamente a la mitad de los fumadores y, por tanto, la industria tiene que reemplazar a esos usuarios. ¿Y dónde los reemplaza? Con las dos poblaciones que son más susceptibles de hacerlo: los jóvenes y las mujeres", explicó a EFE el gerente del Programa de Control del Tabaco de la OMS, Armando Peruga.
Nuestro país es uno de los 26 que cuenta con restricciones a la publicidad de tabaco, pero la comunicación y la publicidad masivas no son la única herramienta que se tiene para generar el consumo de un producto. El voz a voz y la difusión de mitos urbanos alrededor de un producto resultan bastante efectivos a la hora de conseguir el enganche de los clientes más ingenuos.
Por ejemplo, según la OMS, los jóvenes perciben el cigarrillo como un símbolo de independencia y crecimiento. Es una herramienta que les permite compartir e identificarse dentro de un grupo social determinado y el instrumento que les permite demostrar que no están bajo el control de sus padres.
Inclusive, durante muchos años se ha sostenido que cuando las personas dejan el cigarrillo se engordan y esta es la excusa de muchas mujeres para no esforzarse por dejar su vicio.
En este sentido, actualmente hay jóvenes que creen que el cigarrillo disminuye el apetito y les ayuda a mantenerse delgadas, un objetivo muy importante entre las mujeres más jóvenes, adolescentes e incluso niñas.
Finalmente, cito el comentario de la OMS en cuanto a las estrategias innovadoras de las tabacaleras en países como Japón y Egipto:
“Bettcher denunció la "propaganda rosa" que las compañías usan en Japón, donde utilizan envolturas de ese color para sus cajetillas o utilizan publicidad masiva incluso en los transportes públicos.
En tanto, ciertas cajetillas en Egipto han adoptado la forma de cajas de perfumes para captar al público femenino.”
http://www.eltiempo.com/vidadehoy/salud/oms-denuncia-las-estrategias-de-las-tabaqueras-para-captar-a-las-mujeres_7728955-1
En otro lado del panorama, se ha encontrado que los jóvenes y niños empiezan a consumir tabaco cada vez a más temprana edad, lo que le permite a las tabacaleras contar con clientes que tendrán un largo consumo durante su vida.
En este sentido, "Hay que recordar que el tabaco mata aproximadamente a la mitad de los fumadores y, por tanto, la industria tiene que reemplazar a esos usuarios. ¿Y dónde los reemplaza? Con las dos poblaciones que son más susceptibles de hacerlo: los jóvenes y las mujeres", explicó a EFE el gerente del Programa de Control del Tabaco de la OMS, Armando Peruga.
Nuestro país es uno de los 26 que cuenta con restricciones a la publicidad de tabaco, pero la comunicación y la publicidad masivas no son la única herramienta que se tiene para generar el consumo de un producto. El voz a voz y la difusión de mitos urbanos alrededor de un producto resultan bastante efectivos a la hora de conseguir el enganche de los clientes más ingenuos.
Por ejemplo, según la OMS, los jóvenes perciben el cigarrillo como un símbolo de independencia y crecimiento. Es una herramienta que les permite compartir e identificarse dentro de un grupo social determinado y el instrumento que les permite demostrar que no están bajo el control de sus padres.
Inclusive, durante muchos años se ha sostenido que cuando las personas dejan el cigarrillo se engordan y esta es la excusa de muchas mujeres para no esforzarse por dejar su vicio.
En este sentido, actualmente hay jóvenes que creen que el cigarrillo disminuye el apetito y les ayuda a mantenerse delgadas, un objetivo muy importante entre las mujeres más jóvenes, adolescentes e incluso niñas.
Finalmente, cito el comentario de la OMS en cuanto a las estrategias innovadoras de las tabacaleras en países como Japón y Egipto:
“Bettcher denunció la "propaganda rosa" que las compañías usan en Japón, donde utilizan envolturas de ese color para sus cajetillas o utilizan publicidad masiva incluso en los transportes públicos.
En tanto, ciertas cajetillas en Egipto han adoptado la forma de cajas de perfumes para captar al público femenino.”
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