Realización:
José Jiménez Pons.
Imagen: Diego Franco.
Sonido: Juan Antonio Barroso.
Montaje: Eulalia Morcillo.
Imagen: Diego Franco.
Sonido: Juan Antonio Barroso.
Montaje: Eulalia Morcillo.
El programa fue
emitido Rtve, canal de tv público español, el 20 de febrero de 2011 en el
programa En Portada que se transmite desde 1984 y que trabaja con diversos
temas en todo el mundo.
Nos cuenta cómo Jason Pino se involucró en uno
de los combos participantes en el conflicto de la ciudad y cómo se convirtió en
un sicario, al mando de narcotraficantes que ni siquiera conoce.· Amplitud en la explicación del conflicto
Aunque este reportaje no hace un
recorrido histórico amplio que contextualice perfectamente el conflicto actual
de Medellín, sí logra mencionar la sucesión de actores y explicar muchas de las
causas que llevan a miles de jóvenes a alimentar un conflicto armado que nos
les pertenece.
Por medio de entrevistas a su personaje
principal y a otras personas e instituciones, brinda una amplia y contrastada
visión del conflicto, que involucra tanto a víctimas como a victimarios y que permite
la comprensión de las paradojas que presenta una ciudad llena de desarrollo
pero con un conflicto armado que ha involucrado a varias generaciones.
En este sentido, el reportaje cuanta con
opiniones y análisis de diversos actores del conflicto, entre ellos, un joven
involucrado en el conflicto, Jason Pino; un joven víctima del conflicto,
Rusber; Alcalde de Medellín, Alonso Salazar; Director de la Corporación por la
Paz, Fernando Quijano; Defensor del Pueblo de Medellín, Jaime Herrán; Sacerdote
de la comunidad, Juan Carlos Velásquez; Luis y Alejandro, graffiteros; Lupa y
Medina, cantantes de Rap; John Albeiro y Mario, presos; y muchos otros entre
familiares y habitantes de las comunas.
Además, la voz del narrador, permite
analizar, contextualizar y entender elementos del conflicto, llevando al
espectador mucho más allá de la visión de buenos y malos en la que caen muchos
trabajos acerca del conflicto en Medellín.
Sin embargo, al querer presentar datos
de cifras, el narrador se olvida de mencionar las fuentes de las mismas. Esto
hace que no parezcan del todo confiables y por ello algunos de sus comentarios
se quedan sin un apoyo real.
Por otro lado, logra develar los verdaderos
motivos del conflicto y explicar el
valor que tienen estos territorios para los narcotraficantes y grandes grupos
armados de Colombia, mientras al mismo tiempo, muestra cómo dicho conflicto
afecta la vida cotidiana de las poblaciones en las comunas periféricas de la
ciudad.
En este sentido, explica la relación del
conflicto, que parece ser una guerra de muchachos, con el narcotráfico, el
tráfico de armas, el microtráfico de drogas y la extorsión a comerciantes y
transportadores, entre otros.
- Fernando
Quijano (Director de Corpades): “O sea, en lo que tiene que ver con la
periferia, estamos en un enfrentamiento de estructuras de la mafia, del
paramilitarismo, donde las bandas que operan en los barrios están al servicio
de esa guerra. O sea, lo que se disputa aquí en la periferia, es el control de todos
los corredores estratégicos de la ciudad, pero también del control de negocios
legales e ilegales, del tema de prostitución, contrabando y eso. Estos son
asuntos de la guerra en la periferia….”
- Policía:
“Ellos pelean el territorio, pelean las casas de vicio, la extorsión a los
microbuses, a los tenderos, todo eso es lo que pelean aquí.”
Para ello, habla también del concepto de
fronteras invisibles[1] que convierte a cada
barrio en un territorio vetado para el resto de la población.
-
Jason Pino: “Si cruzo al otro lado, o me matan, o me toca
salir corriendo para que no me maten.”
Explica además, los procesos que han puesto
en marcha instituciones y comunidades para generar oportunidades por fuera del
conflicto y expone el lado humano tanto de víctimas como de victimarios,
encarnados a veces en la misma persona.
Muchos jóvenes de las comunas están
involucrados en este tipo de procesos que buscan generar cambios en sus
comunidades y parar el circuito de violencia que atrapa generación tras
generación.
Por medio del arte y la cultura muchos
jóvenes han logrado escapar del callejón sin salida que parece ser su única
opción: La violencia.
- Lupa/Sociedad
FB7 (Rapero): “Lo principal es transformar nuestro entorno, y esa transformación
la vamos a llevar a cabo a través del arte, la música y la cultura. Le estamos
diciendo a la gente joven, a través de la música, que otro camino es posible,
que otra vida es posible, que otro movimiento es posible. Entonces, este
concierto lo tomamos como una invitación a toda la gente joven de nuestras
comunas para que transformemos un poco las mismas comunas y nuestra manera de
pensar frente a la vida, frente al respeto, todo lo que podamos aportar de una
manera para que se solucionen los problemas y conflictos en nuestros barrios.”
Asimismo, nos muestra la realidad de los
jóvenes que ahora están en las cárceles del país pagando sus condenas por haber
sido partícipes del conflicto y es de destacar que el reportaje se centra en los
procesos positivos que han generado estos jóvenes y va mucho más allá de su
estigmatización como delincuentes de las comunas.
Nos presenta el caso de personas que están
pagando su condena pero que están, desde las cárceles, liderando campañas para
que su historia no se repita. El reportaje no busca centrar su foco en la
violencia que hay en las comunas sino que se permite contar todos estos
procesos y dar voz a diversos actores para comprender el conflicto de manera
amplia y llegar más allá de los estereotipos e imaginarios que lo perpetúan.
En alguna medida, este reportaje logra
desestigmatizar a las poblaciones de las comunas ya que expone tanto causas
como consecuencias del conflicto y además, muestra cómo muchos jóvenes de estas
poblaciones lideran iniciativas culturales para generar oportunidades de las
que puedan beneficiarse nuevas generaciones y así poder romper el ciclo de
violencia.
·
Foco principal en el que se centra el problema
En este reportaje el foco se centra en
los procesos que hay alrededor del conflicto, tanto en los que lo alimentan
como en los que intentan parar el circuito de violencia.
Este hecho permite ir más allá de los
estereotipos y las demonizaciones de ciertos actores del conflicto y nos
permite entenderlo en sí mismo como un proceso que ha degenerado en la
situación actual pero que no es simplemente un asunto de buenos y malos sino de
personas que de una u otra manera se han convertido al mismo tiempo en víctimas
y victimarios.
- Juan
Carlos Velásquez ( Sacerdote): “Cuando uno se acerca a estos muchachos, uno ve
que no son tan culpables, y no es por justificarlos, sino que uno ve que en el
fondo, no son victimarios, sino son víctimas, son víctimas de nuestro rechazo,
de nuestra estigmatización, son víctimas del olvido.”
Este tipo de testimonios, de personas
que realmente conviven con la comunidad y que conocen personalmente a quienes
el resto de la ciudad llama delincuentes o desadaptados, menciona una parte de
la problemática que pocas veces es tenida en cuenta y es valioso en tanto que
desestigmatiza a estos jóvenes y le recuerda al espectador que toda la ciudad
es, en cierta medida, responsable por la discriminación de las personas que
viven en las comunas.
Por otro lado, al centrar el trabajo en
los procesos y no en los hechos violentos y además, brindarle un análisis
contrastado al espectador, el reportaje consigue evadir el sensacionalismo y
llegar a una explicación bastante objetiva de las situaciones que se tejen
alrededor de la conformación de combos y pandillas en las comunas de Medellín.
· Lenguaje utilizado
El lenguaje utilizado en este reportaje busca
y consigue ir más allá de las generalizaciones y de los estereotipos ligados al
tema del conflicto en Medellín.
Se percibe claramente que el objetivo de este
cubrimiento no es centrar su lenguaje en la violencia y mucho menos reforzar la
idea generalizada de que los jóvenes de las comunas son violentos. Por el
contrario, tanto con su lenguaje como con el tipo de entrevistas y el análisis
de información, logra mostrar facetas y elementos del conflicto, que
generalmente los medios no muestran.
Darle voz a estos jóvenes para que hablen
acerca de lo que piensan más allá de la violencia y de su vida como guerreros,
nos recuerda que detrás de estos combatientes hay jóvenes con sueños truncados
y con las esperanzas puestas en la mirada de la sociedad que los estigmatiza y
discrimina.
- Joven
de la Comuna en reunión con el Sacerdote: “Lo único que le estamos pidiendo es
que nos traigan el proyecto, la idea, que nosotros, como jóvenes, aceptamos
todo lo que nos traigan en el barrio, nosotros trabajamos, hacemos lo que sea,
lo único que necesitamos es el proyecto, la idea, el trabajo, el conocimiento.”
El reportaje da voz a todos los actores
y analiza o contextualiza sus afirmaciones sin dar mayor o menor peso a los
relatos. En este sentido, logra una mayor objetividad y una visión más amplia
del conflicto que le permite al espectador percibir los matices del conflicto.
No se acude a acusaciones ni a
demonizaciones de los actores, se muestran seres humanos involucrados en un
conflicto que generalmente ninguna de las partes quisiera mantener, pero que es
alimentado por redes e intereses que están fuera de su control.
En general, el lenguaje del reportaje no
exime, revictimiza o demoniza a los actores, simplemente muestra sus matices.
· Elementos de la narrativa audiovisual
En la narrativa audiovisual se encuentran
planos medios que buscan la identificación personal de los entrevistados pero
que no pretenden generar una vinculación a partir de sensaciones sino que
centra la atención en el discurso de quien está hablando.
Estos planos se utilizan con todos los
actores entrevistados lo que genera equidad en sus relatos y hace que el
espectador los perciba como personas razonables y no a unos como victimas a
merced de la violencia y a otros como salvadores u observadores ajenos al
conflicto.
No se presentan tomas de personas muertas y
sólo en una ocasión se muestra un funeral y la tristeza de los familiares del
fallecido, pero las imágenes no llegan al sensacionalismo ni revictimizan a las
personas afectadas puesto que los planos conservan una distancia prudente y no
se hacen entrevistas inoportunas a los familiares del fallecido.
Este documental, aunque muestra la vida cotidiana
de un joven convertido en sicario, no pretende una filiación sensacionalista ni
un acercamiento tan personal del espectador con el protagonista sino que busca
explicar las redes que se tejen detrás del conflicto que implica a estos
jóvenes.
Así, se convierte en una pieza analítica y se
aleja por mucho del sensacionalismo, la mirada en blanco y negro de las
situaciones, la estigmatización y la revictimización de los actores.
[1]
Límites definidos por los combos y que delimitan territorios en los que cada
grupo armado maneja los negocios de droga, armas y extorsión. Si estos límites
son cruzados sin el permiso de los miembros del combo, se puede pagar hasta con
la vida.
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