Edipo: El complejo de moda en la publicidad

Desde hace un tiempo, los comportamientos de los niños en muchos comerciales, empezaron a generarme ciertas sospechas. Pensé que eran ideas mías… pero cada vez que veía un comercial de un niño con su mamá observaba perpleja como ese pequeño ya no miraba a su mamá como lo que es sino como si fuera su novia y se la quisiera llevar a la cama.

Y sí, me di cuenta de que la publicidad está haciendo una fuerte referencia a lo que fue llamado por Freud “El Complejo de Edipo” para generar una relación emocional entre los productos, las mamás y los niños. Una madre siempre va a consumir aquello que la haga merecedora del amor de su hijo.

Es cierto que el Complejo de Edipo es reconocido por algunos sicólogos como una etapa de la infancia que “…se refiere al agregado complejo de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores” (Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Complejo_de_Edipo).

Pero es que me imagino que los pensamientos amorosos de un niño de 5 años no son iguales a los de un hombre de 25, y veo que eso es lo que nos está pintando la publicidad al valerse de la exageración de este concepto.

Esa manera de igualar a un niño con el papel de un hombre en el hogar no me parece nada saludable, creo que este tipo de mensajes logra borrar ciertas líneas delgadas entre los roles de cada personaje dentro de una familia.

Estas caracterizaciones de familias sin hijas y sin papás igualan el papel del niño al del padre ausente lo que seguramente dará como resultado hombres demasiado apegados y dependientes afectivamente de mamá e incapaces de relacionarse con otras mujeres.

En este sentido, vemos a una madre totalmente entregada al cuidado de su hijo, que tiene ojos y contemplaciones sólo para él. Seguramente, cuando este hijo intente establecer una relación con una mujer, estará esperando inconscientemente un afecto muy maternal que logre suplantar los sentimientos generados por su madre.

¿Será por eso que a veces las mujeres sientimos que nuestras parejas no quieren una mujer sino un reemplazo de mamá?

En fin, lo que quiero resaltar es que esta situación se vuelve enfermiza y hasta desagradable (yo no quisiera que mi hijo me mirara así). Además, habrá que indagar más acerca de los efectos que puede tener este tipo de publicidad, en niños por ejemplo de 8 años, al verse en tremendos papeles. ¿Será que ellos entienden e identifican esos sentimientos como propios? ¿Será que les genera curiosidad?

¿Qué opinan ustedes?