Cuando la desproporción se convirtió en belleza

La belleza… concepto deseado y perseguido en todos los momentos de la historia humana. Condición ligada al poder y al acceso a ciertas esferas sociales.

El concepto de belleza ha cambiado enormemente en cada etapa de la historia, y definitivamente siempre ha influido más en la vida de la mujer que en la del hombre. Incluso hoy, cuando las mujeres han conquistado tantos roles dentro de la sociedad, no pueden renunciar a ser bellas.

Pero, ¿qué significa ser bella en la sociedad actual? Este concepto puede variar mucho entre diferentes países y culturas. Por esto, hablaré sólo de mi realidad más próxima.

Así, caminando por las calles de mi ciudad, he notado una cantidad de cirugías estéticas que me asombran. Muchas mujeres paisas viven en una constante lucha contra el paso de los años y contra las proporciones naturales de sus cuerpos… y percibo que esta batalla comienza cada vez a más tempranas edades.

En la llamada ciudad de la moda de Colombia, donde para muchas de las niñas está prohibido dejarse ver sin maquillaje y cuna de muchas de las mejores modelos del país, se han impuesto ideales de belleza que parecen convertirse en un problema de salud mental.

Cuando salgo a la calle veo cuerpos y rostros desfigurados en un afán por permanecer siempre jóvenes y “bellas”. Debo admitir que me impresionan las desproporciones a las que se ha llegado con ciertas partes del cuerpo femenino. Cuando veo una de estas mujeres parece que algo va a explotar.

Y cada vez que las veo, definitivamente pienso que muchas de ellas están enfermas en medio del posicionamiento de unos imaginarios desbordados de belleza y de una autoimagen muy distorsionada. Me pregunto si al mirarse al espejo, al igual que una persona enferma de anorexia que se percibe gorda, ellas verán que les falta más volumen en sus pómulos, senos o cadera.

Los medios de comunicación, nacionales e internacionales, han reforzado estos imaginarios. Muchas telenovelas producidas en nuestro país han alimentado la creencia de que una mujer que provoque físicamente a los hombres, a través de voluptuosidades irreales, tendrá accedo a posiciones de poder en ciertas esferas sociales.

Por otro lado, la llegada a la fama mundial de figuras como Jennifer López y Sofía Vergara han alimentado también los estereotipos físicos de la mujer latina: si no tienes grandes caderas, una pequeña cintura y unos redondos e inflados senos, no eres una verdadera latina.

De esta manera, son muchas las condiciones culturales y mediáticas que se han reunido para dar como resultado un estereotipo de belleza muy alejado de las proporciones reales del ser humano. La desproporción en los rostros y los cuerpos de mujeres de todas las edades es admirada por ciertos grupos sociales generando que cada vez sea necesario mayor volumen para llamar la atención y erotizar al sexo opuesto.

Así, igual que en otras épocas de la historia, la imagen de la mujer es distorsionada y manipulada para ofrecer “belleza y sensualidad”. Lo increíble es que esta siga siendo la condición de la mujer a pesar de las conquistas en espacios intelectuales y de negocios que le permiten tomar otros roles dentro de la sociedad actual.

Parece que no importa que seamos otras cosas… complacer los estereotipos de belleza, siempre será la elección de muchas mujeres.