febrero 27, 2012

Contra los estereotipos que envuelven a la mujer colombiana


Hace unos días y gracias a la publicación de una paisa indignada en Facebook, me sorprendí al leer un artículo en www.soho.com.co titulado “Contra las paisas”.

Desde el título ya se podía intuir el tipo de comentarios que traía aquella gran muestra de intelectualidad que puede significar escribir y escribir un montón de estereotipos acerca de personas que no se conocen y que seguramente se diferencian mucho entre ellas.


Aquí les pongo un fragmento de tan interesante artículo:



Las otras, las paisas jóvenes, son totalmente distintas, pero para nada son mejores. Si uno se pone a pensar, la fama que tienen de lindas viene desde hace 20 años, tal vez menos. ¿Por qué? ¿Acaso mejoraron la genética? Obvio que no, si son tan montañeras que todavía se casan con el primo hermano porque es lo que tienen más cerquita. Lo que pasó es que descubrieron al que se ha convertido en su mejor amigo: el cirujano plástico. A Medellín le dicen Silicona Valley porque todas han pasado por el quirófano para mejorarse. Se quitan quijada, se ponen culo, se aplanan la panza, se sacan los gordos, se rebanan la nariz, se inflan las tetas, se chupan los cachetes, en fin. Lo que hay que hacer se lo hacen para poder vestirse con un trapito transparente y salir a tomar guaro en el Parque Lleras o en la vía a las Palmas, porque también son demasiado lobas. (http://www.soho.com.co/opinion/articulo/contra-paisas/8109)


Pero cuál no sería mi sorpresa al descubrir que la genial idea de meter  a las mujeres colombianas en envases llenos de ideas retorcidas y estereotipadas no era un honor sólo de las paisas. Resulta que este tipo de “articulitos” son una serie completa que habla en contra de Caleñas, Costeñas, Cachacas y Santandereanas.

Cuando empiezo a leer, cada artículo me sorprende más que el anterior. Todos, desde su título hasta su punto final, dejan ver la poca ética y el irrespeto que reinan en muchos escritos publicados sin ninguna responsabilidad social.

En estos escritos sin ningún rigor intelectual ni académico, me encuentro con interminables listas de ataques, ironías y burlas dirigidas a las mujeres de cada una de las ciudades mencionadas. Supongo que lo que querían era generar un gran chiste a partir de la caricaturización de las mujeres colombianas, pero esta cantidad de imaginarios donde se ha envasado a las protagonistas de los artículos lo único que genera es indignación.

Para ilustrar un poco más el contenido de esta gran serie de Soho aquí les dejo un fragmento de cada artículo:



  • -       Contra las caleñas:
“Yo me pregunto qué piensa una mujer cuando le preguntan por su lugar de nacimiento y responde con una frase que suena literalmente así: "Mirá, io joy másss caleña quel champússs". O mejor, ¿piensa una mujer que da tal respuesta?”


  • -      Contra las cachacas:
“Mi hermana Catalina es blanca como la leche y cuando éramos chiquitas y nos llevaban a la playa se ponía roja y se insolaba. Cuando caminaba mucho y hacía calor, se le pelaban los muslos en la parte de adentro, por el roce. Mi mamá decía: "Parece cachaca". Y era como si dijera: "Está mal hecha".”


  • -      Contra las santandereanas:
“Es como si pertenecieran a una raza alienígena que se asentó al lado del cañón del Chicamocha. Beben como hombres, hablan como hombres, frentean al que sea. Como si no entendieran que acá se nos educó para ser señoritas y que cada vez que hablan de su "arrechera", así se estén refiriendo al mal genio, nos dan ganas de taparnos los oídos y acabar esa conversación rápido.”



  • -  Contra las costeñas:
“Por otra parte, las que tratan de ser refinadas son mujeres de provincia, que con todo el mérito vienen a la capital a estudiar en la universidad. Buscan siempre vivir en Chapinero Alto o, mejor aun, en Rosales, porque les parece que son barrios elegantes. Estas costeñas siempre viven en grupo, pueden ser tres o cuatro, y comparten un apartamento de 60 metros cuadrados. No soportan el silencio. Los vecinos desesperados del ruido llaman a la policía y cuando viene el reclamo, ellas dicen que "era solo una tranquila reunión de amigas.”

En nuestro país, donde la violencia de género es un problema de marca mayor y donde muchas instituciones y personas hacen esfuerzos importantes para dignificar a la mujer, este tipo de publicaciones lo único que consigue es seguir objetivizandola, arrasando con su identidad personal y agrupándola según criterios negativos y estereotipados que justifican la rivalidad entre ellas mismas y la violencia en su contra.

Lo que no me sorprende es que estén publicados en Soho, que de ninguna manera se ha esforzado por mostrar facetas diversas de la mujer colombiana. Pero más allá de eso, una cosa es que la que quiera desnudarse para el país vea en esta revista una vitrina digna de sus atributos y otra cosa muy distinta es que nos quieran poner a todas en ridículo con ataques tan frontales, desmedidos y completamente faltos de cualquier viso de inteligencia.

Ojalá las mujeres nos pronunciáramos más sobre estos temas que nos afectan como colectivo y como individuos.



5 comentarios:

  1. Que pesar...lastimosamente la cantidad de tarados que compran la revista seguramente se han descojonado de risa leyendo semejantes barbaridades. Super oportuna tu crítica. Se pregunta uno por qué nadie más denuncia esto. Saludos!

    PD: soy hombre y nada de lo que leí tiene presentación alguna

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    Respuestas
    1. En el artículo de Soho por supuesto ;)

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    2. Muchas gracias por tu opinión y por pasarte por este gallinero. Bienvenido siempre!

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  2. Yo creo que en este artículo no solo se evidencia claramente el irrespeto a las mujeres, de alguna manera, se ve implícita una ridiculización a las diferentes maneras de expresarse de cada una de las personas provenientes de unas regiones específicas del país. Pienso que la manera de hablar de un persona bien sea por sus tradiciones o su región no tiene porqué ser motivo de burla para nadie, más cuando quien escribe es un medio de comunicación impreso tan "serio" y "responsable". Para mi es un irrespeto desde donde se mire y tanto las mujeres, como los hombres merecemos respeto por el solo hecho de nacer en Colombia, independiente de qué región seamos provenientes.

    Saludos.

    Juan Guillermo Gallego Álvarez.
    Comunicador Universidad de Medellín

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    1. Gracias por tu visita y tu comentario... espero que nos sigas dejando tu opinión.

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Muchas gracias por tu Cacareo. Espero que te suscribas al blog y recibas mis publicaciones en tu e-mail.

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